Papá- ¿Seguro que no quieres montar?
Raquel- (mientras tuerce los labios con desaprobación) Es que... dar vueltas me marea...
Papá asiente y vuelve a caminar pasando el brazo sobre los hombros de mamá que mira distraída el resto de atracciones. Los dos continúan el paseo por la feria mientras Raquel se queda mirando el luminoso tiovivo.
Tal vez no es la primera que vez que tiene esa sensación, pero sin duda, en las numerosas ocasiones que la volvera a sentir, se le clavará en el alma el recuerdo de este momento. Realmente quiere subir, pero, mientras sus padres se alejan, es incapaz de gritarlo. Eso le hace sentirse estúpida, y sentirse estúpido es una de las peores experiencias que tiene el ser humano.
Querer algo y ver como se aleja impotente y petrificado sin razón es, sin duda, un momento post. Bienvenidos a mi blog.
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